Las diferencias de nivel educativo en los países que forman la asociación es uno de los temas principales tratados en la reunión europea celebrada en el Parador de Segovia
La Real Academia de la Lengua Española define la tanatopraxia como “la técnica de conservación temporal de los cadáveres”, sin embargo, para los tanatopractores — quienes desarrollan esta profesión — es mucho más que eso.
El Parador de Turismo de Segovia acogió ayer la reunión de la Asociación Europea de Embalsamadores con representación de varios de los países miembros (España, Francia, Alemania, Irlanda, Reino Unido, Países Bajos, Suiza, Austria y Lituania).
Jordi Xicoy, presidente de la Asociación Española de Tanatopraxia, contó que en el encuentro trataron “sobre las diferencias en el nivel educativo que encontramos en los distintos países socios de la asociación y cómo intentar agrupar las escuelas formativas para que haya un nivel unitario”.
Según el máximo representante a nivel nacional, a día de hoy, encuentran muchas trabas administrativas ya que “burocráticamente no existimos. Por la legalidad española, solamente puede realizar un embalsamamiento un médico, una persona facultada. O una persona cualificada, siempre y cuando dependa de un facultativo. Al igual que el técnico forense puede estudiar una FP de ‘Anatomía Patológica y Citológica’, nos encontramos que un tanatopractor no dispone de esos estudios ni similares. La gente que quiere desarrollar esta profesión se encuentra con el problema de buscar una escuela en la que no les engañen que, por desgracia, es algo que está ocurriendo aprovechándose de los vacíos legales. Si se consigue que haya una FP que forme en ese sentido, será un paso para nosotros abrirnos en el mercado de una manera ‘licenciada’”.
Xicoy opinó que la sociedad española está “muy encerrada en lo arcaico”, tratando pasar lo más rápido posible la defunción siendo un tabú tanto el inicio de la vida como el final de la misma. “Hay mucha gente que no sabe lo que es la tanatopraxia. También, debido al tabú, muchas personas no quieren saber qué prácticas realizamos en el cuerpo. Mientras quede bien, no quieren entrar en detalles. Hay gente que se imagina que somos una especie de carniceros psicópatas y otros que piensan que somos unos científicos realmente. Prefiero pensar que no nos diferenciamos mucho de los que hacen caracterización escénica. Muchas veces utilizamos prótesis de látex, maquillaje… Nos encontramos un poco en medio de todo esto”, sentenció el presidente nacional.
A nivel europeo
Andree Berger, presidente de la Asociación Europea de Embalsamadores y presidente, también, de la Asociación en Alemania, declaró que llevan “24 años luchando porque los gobiernos de los países socios legalicen en este sentido”. Además, corroborando a su homólogo español, aseguró que el problema principal está en el desconocimiento de la profesión por parte de la sociedad. Como solución a la necesidad de mejora de la calidad de la tanatopraxia propuso “que los interesados en la profesión pasaran el mismo examen práctico en todos los países y, así, unificar conocimientos”.