Los tanatorios de Albia de los territorios en Fase 1 pueden celebrar velatorios de hasta 10 personas y comitivas fúnebres de hasta 15 asistentes. Por su parte, aquellos que han avanzado a la Fase 2 podrán contar con 15 personas en velatorios a puerta cerrada y hasta 25 en las comitivas
· Desde el pasado 11 de mayo los tanatorios de provincias en Fase 1 empezaron a celebrar velatorios. Para ello, la compañía estableció nuevos protocolos de actuación para adecuar los procedimientos a las limitaciones de cada fase
Con el levantamiento de las restricciones que afectaban a los servicios funerarios -en lo referido a velaciones y comitivas fúnebres- y con la entrada de la mayoría de las regiones a la fases 1 y 2, los servicios funerarios de Albia, en sus más de 250 centros en todo el territorio nacional, vuelven a ofrecer velatorios y entierros, siguiendo los protocolos de actuación para garantizar el bienestar y la seguridad de las familias.
Los actos de despedida tradicionales y las comitivitas fúnebres se vieron impedidos por motivos de seguridad ante la pandemia del Covid-19 en todos los centros de España. “La despedida es un paso esencial para las familias que están atravesando este duro momento”, apunta Daniel Palacios, Director de Negocio de Grupo Albia; quien recuerda que, entendiendo la complicada situación, [Albia] ofreció “retransmisiones en streaming o videos en tiempo real de los diferentes momentos del ritual funerario”. Es por ello que, como compañía comprometida con el acompañamiento emocional a las familias en momentos especialmente delicados, “nos produce una gran satisfacción poder celebrar velatorios en nuestros centros -aunque reducidos- para que las familias puedan despedir a sus seres queridos”.
Y, para ello, Grupo Albia ha establecido nuevas normas para poder adaptarse a los requisitos de cada fase de la desescalada y dar respuesta a las familias, porque “decir adiós a sus seres queridos era algo que nos estaban pidiendo”, asevera Palacios. De este modo, las medidas aplicadas por Grupo Albia en la Fase 1 incluyen diversas actuaciones:
- Los empleados están obligados al uso de guantes y mascarillas.
- Se revisa el aforo de las salas cada 30 minutos para evitar aglomeraciones que pongan en peligro la seguridad de las visitas.
- Se limpian y desinfectan las instalaciones varias veces al día y, además, se colocan geles hidroalcohólicos a disposición de las familias.
- En cuanto a la gestión de los espacios: el acceso está restringido a un máximo de 10 personas de manera simultánea manteniendo una distancia de seguridad de 2 metros entre ellos, si las salas tienen aforo limitado, se permite un tercio de su capacidad.
- El aforo de las comitivas fúnebres que se celebren al aire libre aumentará hasta las 15 personas.
- Las zonas comunes como las cafeterías permanecen cerradas y se restringe el horario de apertura de los centros de 7h a 23h.
- Además, el féretro del fallecido debe presentarse cerrado y solo dos personas pueden presenciar la introducción en las cremaciones.
- El aforo de los lugares de culto de los centros es del 30%.
Asimismo, en los territorios que ya han podido avanzar a la Fase 2, algunas medidas han variado. De esta forma:
- El límite máximo de aforo será de 15 personas en los cerrados (salas), sean o no individuos convivientes.
- La participación en la comitiva para el enterramiento de la persona fallecida se restringe a un máximo de 25 personas, entre familiares y allegados.
- El aforo de los lugares de culto de los centros aumenta hasta el 50%.
- Comienzan a abrirse algunas zonas comunes, como cafeterías, dependiendo del centro.
Despedidas posCovid para homenajear a los seres queridos
Algunos centros funerarios ya han empezado programar celebraciones especiales para que familiares de fallecidos durante la pandemia del Covid-19 puedan realizar los actos de despedida tradicionales en cuanto se levanten las restricciones con el avance a las siguientes fases de la desescalada. “La despedida es psicológicamente necesaria y supone asumir una nueva perspectiva frente al hecho de la pérdida, implica dejar marchar a una persona fallecida y afrontar un nuevo escenario aún por definirse”, concluye Palacios.